Cada vez que quieras
salir volando por la ventana estaré allí, lastre de tu voluntad,
para recordarle a la gravedad
que tiene que tirar de ti hacia abajo
a nueve metros por segundo y dejarte chafado
contra el suelo, a mi lado. ¿Recuerdas
que una vez me pediste que no me fuera?
te hice caso. Al final me quedé y puedes verme dibujada
en esas líneas retorcidas de tu cerebro
y en cada uno de los espejos enfermos
que hay en tu habitación
y me ves siempre que te asomas
y ya no te gusto
y ya no te gustas
La imagen no es lo mismo que la sombra... mira mas alla de lo que ellas son y verza su belleza
ResponderEliminarNo hay cosa más larga que el olvido, claramente.
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