jueves, 1 de julio de 2010

Rock'n'roll aptitud

Una cosa que me fascina es cómo muchas veces nuestras aptitudes van por un lado y nuestras elecciones, lo que queremos hacer con nuestra vida, van por otro completamente diferente. Cuando yo era crío se me daba muy bien dibujar y moderadamente bien escribir. Y lo que se me daba rematadamente mal era la música. Pero en un momento dado se me metió en la cabeza que quería tocar la guitarra y componer canciones. Y ahí sigo, dedicándole tiempo y esfuerzo a algo para lo que seguramente no soy lo suficientemente apto, pero que por algún motivo me llena como nunca me llenó dibujar.




Me viene todo esto a la cabeza pensando en la canción inédita que os pongo aquí arriba. ‘Mezclar agua con sed’, de Extremoduro. Roberto Iniesta (el líder y compositor de Extremoduro) ha nacido para escribir esta canción –y no, por cierto, una novela– y no lo sabe. O no quiere saberlo.

Este corte me parece con mucho la mejor composición de Extremoduro después de que tocaran techo con Agila en 1996. Sin embargo, por alguna razón nunca fue editada y sólo tenemos de ella una versión miserable: la grabación de un directo con un sonido bastante pobre.  

Es un descarte. Incomprensiblemente, cuando la banda del de Plasencia grabó ‘Yo, minoría absoluta’, en 2002, la dejó fuera para meter cosas tan ridículas como ‘Menamoro’. En 2008, este tema se volvió a quedar fuera de ‘La Ley innata’.

Lo peor de todo, lo más injusto, es que en el intervalo de tiempo que va entre estos dos discos, seis años, Roberto Iniesta escribió una novela que sí se ha publicado.

Me siento casi obligado a dar explicaciones de por qué me leí la novela de Robe, si sabía de antemano que iba a ser mala y cuando hay un millón de libros fundamentales que no he leído. El caso es que empecé a hojearla por curiosidad en una biblioteca y me la terminé llevando a casa. Lo mejor y lo peor que puedo decir del libro, (que lleva el cursi título de ‘El viaje íntimo de la locura’) es que empieza aguantando de forma bastante digna y prometedora antes de venirse abajo de forma abrupta y estrepitosa hacia la mitad.

Por eso me lo llevé a casa: esperaba leer obviedades y prosa poética de la mala, pretenciosa e insustancial, y durante los primeros capítulos lo que hay es un lenguaje que se deja leer muy bien, que encuentra el punto justo entre lo coloquial y lo informalmente lírico, y una historia que avanza un poco a trompicones por los caminos abiertos por el realismo mágico, pero que parece que te lleva a algo que hace que quieras seguir pasando páginas. Luego se va todo a la mierda: la historia sí que conducía a la obviedad más absoluta y el lenguaje cada vez se vuelve más hueco. Es lo peor que le puede pasar a un libro y, de hecho, es el peor libro que he leído entero después de uno de ciencia-ficción llamado 'El resurgir de la Atlántida', que me leí hace años. Los dos, por lo menos, se leían rápido.

Por cierto, si quieren leer algo bueno y molón, lean a Hari Kunzru. Cualquier cosa de él. ¡Viva Hari Kunzru! ¡Viva Kureishi! ¡Vivan los escritores británicos de raíces pakis!

El caso es que Robe, porque es Robe y porque se ha forrado a vender discos, ha podido sacar un libro saltándose los filtros habituales del mercado editorial y que hacen que a día de hoy permanezcan inéditas un millón de novelas mucho mejores que la suya. Pero, de todos modos, el que el músico extremeño no hubiera publicado su libro no habría significado que un novelista de verdad sí lo hubiera hecho con el suyo. Así las cosas, nada que objetar. Lo único que quiero aportar es esta reflexión: el dinero puede pagar muchas cosas, pero parece que no paga el estar rodeado de amigos con criterio que te digan: tío, tu novela no es que sea una mierda. No del todo, vamos. Escribe otras dos y, a lo mejor, la cuarta ya es digna de publicarse. Entre tanto haz un favor a la humanidad y dedícate a lo tuyo: compón canciones y, sobre todo, graba en condiciones ‘Mezclar agua con sed’.

Mezclar agua con sed. Extremoduro (Inédita)

Como limones
sus recuerdos son como limones
que a mordiscos me he comido enteros
y ahora ya no tengo sensaciones.
Como alimento
me sirve tu palabra y de tu aliento
salen las revoluciones,
poeta, haz volar nuestros corazones.

Que todo lo que quiero y más cabe en la frase que me haga sentirme bien
y que me llene de fuego hasta el rincón mas apagado de la piel.

Mezclar agua con sed

Como aguijones
clavados en el centro de una herida
llevo todas sus despedidas
y olvido de la vida los valores.
Como cemento
me sirven tus palabras si no tengo
columnas donde apoyarme
que no sean de aire lleno de silencio.

Que todo lo que quiero y más cabe en la frase que me haga sentirme bien,
que me levante del suelo, y me recuerda que aun queda por hacer

Mezclar agua con sed.

Cuéntame el antídoto que guarda de las setas el veneno,
porque ando tan perdido que me como todo lo que hay por el suelo.

Con pies de plomo,
vuelvo a la vida desde el abandono
tengo tan dura la cabeza
que tropiezo más de dos veces con todo.
Abre la puerta
y deja que entre la naturaleza
y ahora que ya no estás solo
verás como te coge miedo el lobo


Leer más sobre Canciones perdidas

3 comentarios:

  1. kunzru hasnt pakistan blood though have you read any of pinter's plays?
    great prometheus-uruk's interview

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  2. Thanks a lot!

    I have read The Lover so I know Kunzru's father is Indian :)

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  3. Emmm... muchas gracias, Stultifer. Muchas gracias, de verdad. Me llena de orgullo (y más después de este último finde) y satisfacción.

    Pondré la mención en el blog y buscaré entre mis fotos a ver si tengo alguna de una escalera.

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