lunes, 12 de septiembre de 2011

El problema de los revivals y la paradoja de Cuéntame Cómo Pasó

La de los '90 fue la década en la que se popularizó el concepto de revival y fueron los años, sobre todo, de revival de los '70 y finales de los 60. El indie, el grunge y el garage evocaban el sonido crudo del rock de los '70. El ska jamaicano volvió a ponerse de moda. Con la new age se volvio a hacer caso a los jipis. Las camisas de franela y la Ruta del Bakalao fueron las principales aportaciones de los '90 de cara a la posteridad, pero también tenían su punto jipi y sesentero a poco que se rascase. De hecho, la ruta del bakalao era un híbrido original de varios elementos muy de 1970: los sintetizadores, los tripis y la confianza optimista en las posibilidades de la tecnología aeroespacial. ¿Existe, acaso, algo más bakala que una nave espacial, todo tuneada con sus lucecitas de colores, antenas y tubos de utilidad inescrutable?

Los años 2000 fueron, sobre todo, años de revival de los '80 y de finales de los '70. Julien Temple se lio a hacer documentales de Sex Pistols y The Clash. (Otro menda que no recuerdo ahora como se llama hizo lo propio con Joy Division en 24 Hours Party People). Se volvió a poner de moda la Movida Madrileña, Malasaña, el Rock Radical Vasco, el punk. Los artistas de los '80 que no estaban muertos (y algunos que sí lo estaban) regresaron: Los Hombres G, Antonio Vega, Ouka Lele, Cock Sparrer. La Polla Records tuvo una segunda alegre juventud, antes de que lo dejaran en 2004 y, por algún motivo, se volvio a hacer caso a Fermín Muguruza. Hubo un clamor pro-Barrio Sésamo y pro-La Bola de Cristal y los correos electrónicos reivindicando lo guay que era ser parte de la generación que se había criado en los '80 constituyeron el 12% del tráfico total de datos en Internet de nuestro país durante todo 2006, según estudios independientes.

En la década de los diez está en ciernes el revival de los '90. Las mallas ajustadas ya están aquí y pronto volverán las camisas de leñador, (si no han vuelto ya y yo no me he fijado). Nuevas formas de bakalismo se están extendiendo entre los jóvenes y nuevas drogas asociadas a ellas (¡estramonio, la sustancia del demonio!)... pero en general se está viendo un problema: los '90 tienen menos elementos originales que otras épocas para revivalizar, ya que muchos de los elementos propios de los '90 eran ya revival de otras décadas.

Y el problema es todavía más grave si pensamos en qué pasará en las décadas de 2020 y 2030. Cada vez ha venido habiendo más revivals en más ámbitos artísticos (y más descarados). De ahí el auge de las películas de superheroes tras los ataques del 11-S en Nueva York, completamente paralelo al que vivieron los cómics en los que se han basado esas películas durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría.

De seguir así, ¿qué es lo que nuestra época va a legar a sus vástagos, para que lo vacíen de contenido y comercien con una versión vana e insustancial de ello? ¿Habrá revivals de los '70 y de los '80 otra vez en los '20 y en los '30? ¿Y así sucesivamente, por los siglos de los siglos?

El problema de los revivals me ha recordado vagamente a otro: la Paradoja de Cuéntame Cómo Pasó. Cuéntame Cómo Pasó, la serie, comenzó a emitirse en 2001, y narraba la situación a principios de 1968. Diez años después, va a comenzar a emitirse la 13ª temporada, que transcurre a finales de 1979. Por lo tanto, un año en la realidad corresponde a 1,2 años en Cuéntame Cómo Pasó. De esto, se colige que si la serie líder en la televisión española se sigue emitiendo durante el próximo siglo y medio (algo improbable, pero no imposible), llegará un momento, en el año 2160, para más señas, en el que la serie empezaría a narrar hechos contemporáneos a su emisión. A partir de 2161, tendrá que empezar a realizar predicciones del futuro inmediato.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Duro paquete de medidas antidéficit

1. Privatizaremos todo el sistema educativo. Haremos que todos los colegios sean de pago. Todos los institutos serán de pago, también. Y todas las universidades. Espacios de libertad, privados y bien caros.

…Y luego multaremos a todos aquellos que escriban con faltas de ortografía, lean si-la-be-an-do y no se sepan la tabla periódica.


2. Privatizaremos la sanidad. Serán privados todos los hospitales, residencias de ancianos, ambulatorios, servicios a personas con diversidad funcional… todo de pago y bien caro. ¡Que el estado no puede andar pagando medicinas para todo el mundo! ¡Que eso es un dispendio, por Dios!

…Y luego multaremos a todos aquellos que estén enfermos, sean adictos, tullidos, viejos y demás. ¡No podemos permitir que haya individuos patógenos en nuestra sociedad, lastrando e infectando a los que estamos sanos!

3. Reduciremos los salarios de los trabajadores y recortaremos, mediante expedientes de regulación de empleo, las plantillas de las empresas, manteniendo los niveles de producción. Aumentaremos, de ese modo, la productividad.

…Y luego multaremos a todos aquellos individuos que no contribuyan al sostenimiento de la economía española gastando un mínimo mensual de 600 euros en artículos de consumo.

Sí. Les multaremos por ser pobres. Sabemos que es una idea atrevida, pero es el tipo de medida que está necesitando la economía española para recuperarse. Es la señal que los mercados esperan de nosotros para volver a confiar.

4. Revalorizaremos la vivienda. Suprimiremos los programas de VPO y las ayudas al alquiler. La casa es un bien preciado y ha de pagarse por ella el precio que marque el mercado libre.

…Y luego sacaremos de las calles (y multaremos) a todos los indigentes. También a todos aquellos que autoconstruyen sus viviendas en cañadas y ríos, al margen del sistema. Por supuesto, el mercado libre es libre dentro de lo que nosotros llamamos libertad.

5. Verteremos la leche producida en las regiones del Cantábrico y quemaremos las cosechas de la Meseta, con objeto de elevar los precios de esos productos, ajustarlos a los topes de producción europeos y mejorar su rentabilidad.

Si con esto acaba sucediendo que nuestros productos agrícolas dejan de ser competitivos en el duro mercado global, mala suerte. Importaremos estos productos desde otros países, como dictan las normas del libre mercado global.

…Y luego, a los agricultures, les multaremos por ser pobres.

6. Se siguen admitiendo propuestas de parte de los distintos actores económicos para seguir completando este paquete de medidas.

-. Y a la ciudadanía en general, les explicaremos que lo hacemos por su bien. Que tenemos que introducir este duro paquete de medidas… mmm… este duro paquete de medidas… este duro paquete de medidas… XXL… Sí, sabemos que todo esto suena un poco obsceno, pero es por vuestro bien… tenemos que introducíroslo, oh, sí… ya sabéis vosotras/os por donde.

Publicado en: http://historiasmediocres.blogspot.com

martes, 6 de septiembre de 2011

El último tren

El tren que me va a sacar de aquí, mi única oportunidad para salvarme, llega con un retraso de dos horas. Dicen que hay trenes que sólo pasan una vez en la vida. Además de ser una metáfora acertada, podría ser el eslogan de los ferrocarriles de la Compañía.

Durante años, los gobiernos -en la época en que aún había gobiernos- invirtieron cantidades ingentes de dinero en construir kilómetros y kilómetros de vías férreas. Ahora pertenecen a la Compañía y la mayor parte de ellas están cerradas. Languidecen y se oxidan sobre los páramos abrasados por el sol. Los ladrones de metal han convertido algunos tramos en simples caminos de piedra que, como el resto de caminos de nuestro país, no conducen a ninguna parte.

Pero sí sigue funcionando el Tren del Norte, muy rentable para la Compañía, a juzgar por la relación entre la calidad del servicio y el desorbitado precio que hemos pagado por nuestro billete todos los viajeros que nos hacinamos en el vestíbulo.

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La taquillera me ha mantenido por un segundo la mirada cuando le he tendido mi pasaje y mi salvoconducto. He pensado que quizá sospechaba de mi, pero, en seguida, me ha devuelto mis documentos y ha vuelto a su atenta lectura del catálogo de ofertas de un supermercado.

Luego han pasado dos agentes de seguridad, altos y serios como puertas cerradas. Ni me han mirado. Me he quedado algo más tranquilo.

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Todavía una hora para que venga el tren. Apenas puedo disimular mi nerviosismo. Ignoro por qué viaja al Norte el resto de pasajeros y, del mismo modo, intento que ellos ignoren por qué viajo yo. Quizá algun otro no esté viajando por negocios para mayor gloria de la Compañía y, al igual que yo, quiera desertar de este desierto de mugre y desidia.
Lo primero que voy a hacer cuando llegue al Norte es entrar en una biblioteca. Tengo ganas de...

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Hasta aquí la transcripción del manuscrito requisado al detenido. Se adjuntan estas notas por si procediera imputársele un delito tipificado de calumnias a la Compañía, habida cuenta del contenido difamatorio de las mismas. En tal caso, recomendamos que la sanción económica que, con toda probabilidad, se derivará del proceso se sume a la factura (que paga subsidiariamente la familia del detenido) de la institución psiquiátrica donde reside el sujeto. Institución en la cual, antes de su fuga, ya cumplía condena por desorden mental, conducta asocial, mercadofobia y grafomanía.

El instructor.

Nuevo blog

HISTORIAS MEDIOCRES

Vida nueva, blog nuevo. 'En la oficina nadie sospecha nada' estaba muerto desde hacía ocho meses y resucitarlo era tarea complicada. Dejemos las resurrecciones para Jesucristo y los zombies y pinchemos todos, entusiasmados, el enlace de arriba.

viernes, 2 de septiembre de 2011

EMPEZAR

–Joder. ¡No entiendo nada!
–Tranquilo. Lo difícil es empezar. Una vez empiezas, le coges el tranquillo y se acaba convirtiendo en un proceso automático. Cuanto más lo haces, menos te cuesta y mejor lo haces. Es como hacer flexiones, montar en bici o follar.
–¿Me estás comparando manejar el editor de noticias con follar?
–Vale. Vale, no es una buena comparación. Pero tampoco es una obviedad, eh. Algo es algo. Venga, aquí tienes una comparación obvia, de las que a ti te gustan: [con voz engolada] “manejar el editor web es como escribir un relato, lo difícil es empezar, pero cuantas más palabras van llenando la página, menos cuesta poner las siguientes”. ¿Contento?
–Eres un friki. ¡Y lo que yo no sé es por qué cojones tengo que aprender esta mierda de frikis!
–Porque tú quieres. Me has pedido que te enseñe y yo te enseño.
–Pues, entonces… ¡lo que no sé es por qué tengo que poner otra vez las palabras clave de la noticia en este campo de aquí, si ya las he puesto en la pestaña de publicación!
–Pues podría darte una compleja explicación técnica, pero básicamente es porque los que hicieron este programa son unos chapuzas y, además, italianos.
–Antes, para trabajar como periodista no había que saber nada de ésto…
–No. Había que saber manejar linotipia, offset, télex… Y tú tampoco sabes nada de éso. Corrígeme si me equivoco.
–Joder. Ya sabes a lo que me refiero. Tengo 35 años, hice un máster, he hecho cursos... Y nada de eso vale, porque alguien ha decido que todo el modelo iba a irse a hacer puñetas y que, además, los periodistas tenemos que valer igual para un roto que para un descosido. No puedo pasarme toda la vida reciclándome. Empezando. Una y otra vez empezando.
–No te pongas dramático y míralo así: trabajabas en un periódico de papel cuya versión online la realizaba un equipo distinto. Se han follado a ese equipo para ahorrar y tú te has quedado. Has tenido suerte.
–Me he quedado de momento. Si no aprendo esta mierda, me follan a mí también. Aquí, encima de esta mesa y con una polla de negro de ésas tan grandes que no se sabe si es una polla de negro o un brazo de gitano. ¡Mierda! ¡Joder! No se carga la foto. ¿Por qué hostias no se ve la puta foto ahora? ¡Cojones!
–A ver. Mira el peso. Ya está. Cuando la has cambiado antes se te ha olvidado ponerle peso 7, lo has dejado en peso 0. ¿Ves? Ya carga.
–[Más tranquilo] Vale. Ahora falta el pie de foto.
–El pie de foto… [canturrea] ta–ta–ta–ta… mira, das aquí, y se abre otra pestaña. Ya te digo, lo difícil de todo esto es ponerse, empezar... Y es muy importante, antes de empezar, plantearse qué es lo que quieres hacer y cómo lo quieres hacer. “No hay ningún viento favorable para quien no sabe adónde va”. ¿Quién lo dijo?...
–Lo difícil es empezar. Lo difícil es al principio. Y yo siempre estoy empezando. ¡Siempre estoy en el principio de la historia!
–Por eso escribes relatos cortos.
–¡Por eso soy un mierda! La gente va construyendo su vida apilando unas cosas sobre otras y eso es su vida, no sé, su recorrido, su carrera… las cosas de las que están orgullosos… yo estoy tirando abajo todo el rato las fichas del lego, como un niño estúpido y descoordinado que da manotazos porque no sabe jugar a nada más.
–Eh… ¿ya no seguimos hablando del trabajo? ¿No?
–No.
–No estás bien con Mila. ¿No?
–No estoy con Mila.
–Joder. ¿Qué hacemos aquí? Venga, anda, levanta. Vamos a la cafetería y hablamos.
–No. Quiero acabar esto antes. A ver si soy capaz de no dejar a medias por lo menos una sola cosa.
–Bueno, ya está casi acabado. Sólo tienes que darle a publicar.
–¿Aquí?
–Sí.
–Ta–ta–ta–ta
–¿Y bien?
–Espera…
–Espero.
–Vaya.
–¿Y ahora que pasa?
–Error del servidor. Dale atrás en el navegador.
–Ya voy. Ya está. ¿Y todo lo que he hecho?
–Pues parece que no está.
–¿Entonces…?
–Otra vez a empezar.