viernes, 2 de septiembre de 2011

EMPEZAR

–Joder. ¡No entiendo nada!
–Tranquilo. Lo difícil es empezar. Una vez empiezas, le coges el tranquillo y se acaba convirtiendo en un proceso automático. Cuanto más lo haces, menos te cuesta y mejor lo haces. Es como hacer flexiones, montar en bici o follar.
–¿Me estás comparando manejar el editor de noticias con follar?
–Vale. Vale, no es una buena comparación. Pero tampoco es una obviedad, eh. Algo es algo. Venga, aquí tienes una comparación obvia, de las que a ti te gustan: [con voz engolada] “manejar el editor web es como escribir un relato, lo difícil es empezar, pero cuantas más palabras van llenando la página, menos cuesta poner las siguientes”. ¿Contento?
–Eres un friki. ¡Y lo que yo no sé es por qué cojones tengo que aprender esta mierda de frikis!
–Porque tú quieres. Me has pedido que te enseñe y yo te enseño.
–Pues, entonces… ¡lo que no sé es por qué tengo que poner otra vez las palabras clave de la noticia en este campo de aquí, si ya las he puesto en la pestaña de publicación!
–Pues podría darte una compleja explicación técnica, pero básicamente es porque los que hicieron este programa son unos chapuzas y, además, italianos.
–Antes, para trabajar como periodista no había que saber nada de ésto…
–No. Había que saber manejar linotipia, offset, télex… Y tú tampoco sabes nada de éso. Corrígeme si me equivoco.
–Joder. Ya sabes a lo que me refiero. Tengo 35 años, hice un máster, he hecho cursos... Y nada de eso vale, porque alguien ha decido que todo el modelo iba a irse a hacer puñetas y que, además, los periodistas tenemos que valer igual para un roto que para un descosido. No puedo pasarme toda la vida reciclándome. Empezando. Una y otra vez empezando.
–No te pongas dramático y míralo así: trabajabas en un periódico de papel cuya versión online la realizaba un equipo distinto. Se han follado a ese equipo para ahorrar y tú te has quedado. Has tenido suerte.
–Me he quedado de momento. Si no aprendo esta mierda, me follan a mí también. Aquí, encima de esta mesa y con una polla de negro de ésas tan grandes que no se sabe si es una polla de negro o un brazo de gitano. ¡Mierda! ¡Joder! No se carga la foto. ¿Por qué hostias no se ve la puta foto ahora? ¡Cojones!
–A ver. Mira el peso. Ya está. Cuando la has cambiado antes se te ha olvidado ponerle peso 7, lo has dejado en peso 0. ¿Ves? Ya carga.
–[Más tranquilo] Vale. Ahora falta el pie de foto.
–El pie de foto… [canturrea] ta–ta–ta–ta… mira, das aquí, y se abre otra pestaña. Ya te digo, lo difícil de todo esto es ponerse, empezar... Y es muy importante, antes de empezar, plantearse qué es lo que quieres hacer y cómo lo quieres hacer. “No hay ningún viento favorable para quien no sabe adónde va”. ¿Quién lo dijo?...
–Lo difícil es empezar. Lo difícil es al principio. Y yo siempre estoy empezando. ¡Siempre estoy en el principio de la historia!
–Por eso escribes relatos cortos.
–¡Por eso soy un mierda! La gente va construyendo su vida apilando unas cosas sobre otras y eso es su vida, no sé, su recorrido, su carrera… las cosas de las que están orgullosos… yo estoy tirando abajo todo el rato las fichas del lego, como un niño estúpido y descoordinado que da manotazos porque no sabe jugar a nada más.
–Eh… ¿ya no seguimos hablando del trabajo? ¿No?
–No.
–No estás bien con Mila. ¿No?
–No estoy con Mila.
–Joder. ¿Qué hacemos aquí? Venga, anda, levanta. Vamos a la cafetería y hablamos.
–No. Quiero acabar esto antes. A ver si soy capaz de no dejar a medias por lo menos una sola cosa.
–Bueno, ya está casi acabado. Sólo tienes que darle a publicar.
–¿Aquí?
–Sí.
–Ta–ta–ta–ta
–¿Y bien?
–Espera…
–Espero.
–Vaya.
–¿Y ahora que pasa?
–Error del servidor. Dale atrás en el navegador.
–Ya voy. Ya está. ¿Y todo lo que he hecho?
–Pues parece que no está.
–¿Entonces…?
–Otra vez a empezar.

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