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miércoles, 2 de septiembre de 2009

Parro

El otro día, cuando escribí sobre el exalcalde de Móstoles Chema Arteta, empecé a rumiar la idea de hacerlo sobre el actual, Esteban Parro, que era profesor en mi colegio y ha sido objeto de mofa y mala leche para mi círculo de amigos durante ya seis años. La visita, aquí en Bilbao, de un buen amigo mostoleño hizo que el tema de Parro estuviese otra vez rondándome la cabeza. Aquí está, para quien le pueda interesar, un pequeñísimo fragmento de la epopeya vital de los mostoleños bajo el férreo régimen parrocrático.

Bi lagun Parroarekin

El primer acontecimiento importante que cubrí como periodista para un medio escrito de verdad (o sea, no fotocopiado e impreso en una rotativa que no era la de la facultad de Ciencias de la Información) fue la campaña de las elecciones municipales y autonómicas de 2003 que pusieron al frente de la alcaldía de Móstoles a Parro, del PP. Escribía para Sur Madrid, un semanario local en eterna y sangrienta competencia con El Mercado de Móstoles.

La campaña de Parro se centró en la objetiva vaguería del equipo que gobernaba hasta entonces, una coalición de PSOE e IU (véase la entrada anterior sobre Arteta). Sin embargo, este profesor de matemáticas de sonrisa fácil salpicaba sus argumentos fáciles con perlas marca de la casa que iban desvelando la clase de animal político de habitat local que era. Cómo olvidar aquel mitin en el Centro Cultural Joan Miró en el que el candidato popular aseguró que el entonces alcalde José María Arteta no favorecía la construcción de vivienda unifamiliar (chalets) en Móstoles porque tenía miedo de que con ello llegase gente de clase social más alta que la que vivía en la ciudad y que ésta votase al PP.

La mayoría o bien no interpretó esto como que Parro estuviese llamando chusma a la gente de Móstoles o bien sí lo hizo, pero se echó en manos del candidato que nos prometía que dejaríamos de ser lumpen y nos empezaríamos a parecer a nuestros vecinos del Oeste pijo de Madrid. El caso es que el candidato del PP arrasó.

En realidad Arteta no favorecía la construcción…. ni de chalets ni de pisos ni de casetas de perro ni de nada. La concejalía de Urbanismo estaba en manos del concejal de IU Ildefonso Fernández, del que se difundieron rumores (y algunos datos) que dejaban a Arteta de trabajador y asceta a su lado. Fernández, el único empleado de banca comunista que conozco, apoyaba una especie de parón en la construcción para adecuar las infraestructuras al crecimiento demográfico explosivo de las décadas anteriores. En lugar de nuevos desarrollos urbanísticos, Móstoles construyó en esos años parques, un conservatorio, un teatro con un jardín vertical imposible (e inirrigable) diseñado por Mariscal o una biblioteca central nueva. También se derribaron varias okupas, se especuló con las casas antiguas que caían en manos del consistorio y se dejó que todos los parques escondidos en el interior de manzanas de bloques (en Móstoles hay bastantes de esos) se convirtieran en réplicas del Bronx.

Esa política no podía ser… todos los demás municipios habían sucumbido a la locura del ladrillo y Móstoles no podía ser la excepción. Sur Madrid vivía fundamentalmente de las inmobiliarias locales. Los anunciantes y los inversores eran inmobiliarias. La campaña contra Arteta y pro Parro en el periódico fue indisimulada y bastante zafia.

Y yo me llevé mis primeros desengaños en la profesión viendo como me cambiaban chabacanamente los titulares y entradillas de mis crónicas. Yo, lo juro, procuraba ser neutral: uno, no disimulaba ni la evidente falta de ideas y de cuajo que tenía Arteta. Dos, tampoco lo hacía con el obvio populismo y las maneras de señor de derechas papanatas de Parro. Lo segundo era sistemáticamente omitido por mis jefes, mientras que lo primero era ampliado y exagerado.

Otra de las proezas de Parro en campaña electoral fue declararse víctima de amenazas por parte de la “extrema izquierda” local, solicitar escolta y comparar la situación que vivía él y su partido en Móstoles con la de los amenazados (y asesinados) del País Vasco. Hace falta tener una jeta extraordinaria para hacer eso.

Siendo ya alcalde, Parro no ha defraudado a las expectativas. Hace como tres años hubo una serie de protestas en Móstoles por la tala de árboles que realizaba el Ayuntamiento (Parro es la Némesis de los árboles. Desde que está él, una de las principales funciones del Consistorio es talar árboles donde sea y por cualquier motivo) para construir aparcamientos donde antes había parques. En fin, hubo protestas. Y, bueno, a alguien se le ocurrió escribir en una pared “Parro, tálate tú la cabeza”. Al día siguiente teníamos rueda de prensa del alcalde denunciando amenazas de muerte de tipo proetarra que llevaría a los tribunales.

Los puntos del programa de Gobierno del Ayuntamiento de Móstoles desde que está Parro en el cargo son, a parte de talar árboles, mayor seguridad y más brío en la construcción, tanto de vivienda libre y protegida como de obra pública. Parro decidió que Móstoles fuera el conejillo de indias de la policía semiautonómica que intentó montar Esperanza Aguirre, las BESCAM, así que la ciudad empezó a tener dos policías locales (ahora están más o menos integradas). Además descubrió que lo que necesitaba el mostoleño de a pie para sentirse seguro era un helicóptero sobre su cabeza, así que alquiló uno.

Durante tres años el helicóptero de las BESCAM surcó los cielos de Móstoles sin ninguna función aparente además de la de despertar a la gente de mi barrio los domingos a las 8 de la mañana y gastar gasolina. La base del helicóptero estaba muy cerca de mi casa, en el mejor sitio del mundo en que podía estar: el puto tejado del Hospital, que está rodeado de edificios. Lo bautizamos como Parrocóptero y toda la juventud descarriada lo odiábamos. Al mismo tiempo éramos los únicos que creíamos que el helicóptero fuera útil para algo, ya que casi todos nos sentíamos personalmente observados y perseguidos, de forma algo paranoica.

Un buen 1 de diciembre de 2005, los jefes de Parro -esto es Aguirre y Mariano Rajoy- visitaron la ciudad para ver lo bien que iba todo desde que su compañero de partido llevaba las riendas. La visita tenía como colofón un paseo aéreo a bordo de este helicóptero. Alguien decidió retar a las leyes físicas y propuso que la plaza de toros era un excelente lugar para despegar. A otro alguien se olvidó que el número máximo de ocupantes del aparato no era cinco, sino cuatro y no detuvo a Esperanza Aguirre cuando exigió errr… ofreció a un cámara de Antena 3 subir también. El final de la historia lo conocéis todos: parrocóptero al suelo.



Un gran susto que, en el caso de Mariano Rajoy fue doble, porque después de pegarse la galleta conoció las Urgencias del Hospital de Móstoles. En aquel momento quizá pensó que había muerto y que aquello era el purgartorio. Pero no, aquella sala llena de personas dolientes hacinadas y ancianos agonizantes que reposan por espacio de días en incómodos sillones es un lugar de este mundo.

Rajoy sólo se rompió un dedo, y Parro, Aguirre y el cámara de Antena 3 resultaron ilesos (debieron parar el impacto con la cara Parro y Aguirre), pero el helicóptero quedó siniestro total. Pese a lo esencial que se le suponía para la seguridad de la ciudad (su alquiler fue como la segunda o tercera cosa que firmó Parro como primer edil), Móstoles no ha vuelto a tener vigilancia aérea desde entonces.

Justo un año después, una romería recorrió la ciudad hasta la Plaza de Toros a modo de conmemoración. Los participantes llevaban helicópteros de juguete y carteles como “la gravedad está de nuestra parte” o “Fue ETA”.

Diréis que cómo me estoy sobrando… pero es que alguien tiene que compensar. El 90% de los mostoleños está con Parro y cree que la ciudad está mucho mejor ahora y seguirá ganando elecciones hasta que nos muramos (ya que nos sobrevivirá a todos). Yo me limito a decir que este hombre gobierna como cabe esperar teniendo en cuenta su filiación. No sólo no ha enajenado terrenos privados para hacer parques públicos (como hizo Arteta), sino que ha hecho exactamente lo contrario (con sus famosos aparcamientos subterráneos en lo que eran parques y ahora son explanadas de cemento).

Vale. El Centro de Arte Dos de Mayo (CA2M) está bastante bien, pero con Parro, Móstoles se quedó sin cines… (Móstoles es ahora la única ciudad del mundo donde hay un festival de cine y no hay cines) ...y sin Festimad! El festival de rock más importante que había en Madrid se empezó a ir a la mierda cuando Parro decidió que se tenía que ir de la ciudad porque no podía hacerse un festival de rock en un parque natural como es el Parque del Soto. A los pocos meses, Parro se llevó el grueso de las fiestas de Móstoles del Casco Antiguo (donde estaban muy bien, con las peñas, cada una con su música y su rollo) al Parque Liana, que como su nombre hace sospechar, también es un parque natural.

En la actualidad el Centro de Móstoles es un gigantesco agujero cada vez más grande que amenaza con tragarse toda la ciudad y todo el presupuesto de la Comunidad de Madrid. Este vórtice ha sido causado por las obras del tren a Navalcarnero. Parece ser que había dos opciones para comunicar por ferrocarril Móstoles y la muy noble villa vecina: a: seguir la línea existente de Cercanías, que termina en El Soto (casi en el campo) ó b: hacer un tranvía que saliera de la estación Central y que atravesara toda la ciudad antes de salir al campo y enfilar hacia la villa vecina. Entre que Fomento (que es quien lleva Cercanías) y la Comunidad no se pusieron de acuerdo para hacer el plan a y que Parro no quería ver ni en pintura el tranvía, están haciendo una línea de Cercanías nueva y soterrada que pasa por todo el centro y que, algún día, dicen, comunicará lo que quede de Móstoles –la primera ciudad-cráter– con Navalcarnero.

martes, 4 de agosto de 2009

¿Qué fue de José María Arteta?


Llevo días echando con bastante nostalgia de mis años mozos y me he acordado varias veces de este buen hombre: José María Arteta (Madrid, 1953), alcalde de Móstoles entre 1995 y 2003 por el PSOE. Un tipo que, para mal o para bien, marcó a toda una generación de mostoleños que crecimos bajo su gobierno, por llamarlo de alguna forma. Txema Arteta, considerado todo un pionero en eso del soft power, tiene reservado un rinconcito en el corazón de todos los que fuimos vándalos adolescentes.

La mayoría de los mostoleños, en los sondeos de opinión, señalan que sienten muchísima más seguridad y tranquilidad desde que Arteta no es alcalde y ocupa el puesto de primer edil Esteban Parro, por el Partido Popular. A mi me pasaba al contrario. Me sentía más seguro con José María Arteta. Parro se convirtió en el azote contra el botellón, el graffiti, la compraventa de drogas blandas y las manifestaciones ácratas no autorizadas, asuntos de los que Arteta -se decía- pasaba ampliamente. Y a los que mis amigos y yo éramos adeptos en mayor o menor grado. Los jóvenes más adergraunds y la izquierda radikal comenzamos a reivindicar a Arteta siete minutos después de que fuera depuesto. También inventamos el término artetismo para definir su acción política que -decíamos con maldad- consistía en dejar hacer a sus asesores, concejales y policía municipal lo que fuera, mientras él no tuviera que hacer nada.

Con la misma mala baba solíamos mis amigos y yo imaginar diálogos ficticios como el que sigue.

-Alcalde, unos jóvenes han okupado la antigua casa de Correos, precioso edificio neomudéjar que, por nuestra inoperancia, lleva pudriéndose sin uso desde la llegada de la democracia. Sería cuestión de echarlos de ahí antes de que hagan algo mejor que lo que hemos hecho nosotros con ese inmueble histórico (nada) y quedemos en evidencia.
- Pero, ¿tendré que hacer algo yo?
- No.
- Entonces estupendo. Echadlos.

Arteta tenía bastante fama de vago, la verdad. Y también -y seguramente esto es absolutamente injusto- de vividor. Y por eso perdió las elecciones. Quizá fueran todo infundios generados, en gran parte, por gente interesada en quitarle de ahí. Yo tengo entre mi archivo cerebral de recuerdos la imagen del ex alcalde, hace como 12 años, paseando por el centro de Móstoles acompañado de sendas jovencitas, en plan velinas berlusconianas. Pero estoy convencido que es un falso recuerdo. Una alucinación generada por la rumorología unida, claro, al frecuente consumo de drogas blandas en el que incurríamos buena parte de los jóvenes sin que el Consistorio tomara cartas en el asunto.

También tenía mala fama Arteta por el hecho de no vivir en Móstoles. El candidato del partido popular, Parro, vivía en cambio en la urbanización Parque Coimbra y eso le dio votos. Parque Coimbra está fuera del casco urbano –3.000 chalets construidos entre el único bosque que quedaba en el término de Móstoles–, pero otorga a sus residentes la nacionalidad mostoleña, por más que muchos de ellos sean separatistas y se sientan más cerca del oeste pijo y boscoso –Villaviciosa, Boadilla, Majadahonda– que de la cabecera del suroeste proletario y desertizado.

De todos modos parece que la condición de ser alcalde de Móstoles es incompatible con vivir en el municipio: Parro y su familia se largaron al poco tiempo a Boadilla. Y eso que Parque Coimbra no está mal en términos de pijerío. Viven incluso VIPs como Mariano Mariano y aquel periodista calvo, bigotudo y gracioso que presentaba el informativo matinal de Telemadrid.

Arteta era un tipo entrañable. Su policía municipal nos pedía amigablemente que apagáramos las hogueras que hacíamos en el parque de La Rioja para calentarnos mientras hacíamos botellón en pleno invierno y nos recomendaba que, en la medida de lo posible, evitásemos lanzar objetos contundentes contra los trenes de Cercanías que pasaban al lado. Su oposición al movimiento okupa y la nula protección del casco histórico (dos líneas de actuación en las que el hiperactivo en comparación Parro ha profundizado mucho) impidió que nuestras relaciones con el entonces munícipe fueran mejores.

Nos metíamos mucho con Arteta, pero en el fondo no nos caía tan mal y lo terminamos echando de menos. Cuando Proyecto Kostradamus compusimos la canción de Móstoles en 2002, que era, en buena medida, un ataque directo contra él, ideamos un videoclip (que nunca se grabó) en el que aparecería Arteta (alguien disfrazado de él, con careta) en la piscina de El Soto: con bañador, tumbado a la bartola, nadando... pensamos incluso en que los cambios de ritmo de la canción deberían coincidir con imágenes del alcalde tirándose a la piscina con moviola: es decir, que cuando tocase el agua volvería a subir, en marcha atrás, al borde de la piscina. Eso una y otra vez. Graciosísimo, ¿verdad? Que ideásemos todo eso era prueba del carisma que tenía para nosotros este político.
Nunca se llegó a grabar ese videoclip, pero hubiera sido un precioso homenaje al alcalde que estaba a punto de dejar de serlo. El gran Arteta, el primer edil que mejor ha representado la idiosincrasia y la forma de ser mostoleña, aunque viviera en Las Rozas.

En la actualidad, Arteta redime su fama de poco trabajador en el consejo de administración de Caja Madrid, donde, a buen seguro, suda la gota gorda día a día para llevar un digno salario a su hogar.

martes, 16 de diciembre de 2008

Móstoles busca público para su museo



Móstoles busca público para su museo

El centro de arte sólo ha recibido 25.000 visitas de mayo a noviembre


SERGIO LÓPEZ (Móstoles)

¿Sabía usted que el centro de Arte Dos de Mayo (CA2M) de Móstoles es la sede de la colección de arte contemporáneo de la Comunidad de Madrid? Si la respuesta es no, no es usted el único. Este museo, en cuya construcción el Gobierno regional invirtió 12 millones de euros, recibió sólo 25.000 visitas en sus primeros cinco meses y medio de funcionamiento, según fuentes de la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid. Desde el centro se explica que situar en la periferia un centro equiparable a los principales de Europa es un reto que necesita tiempo.

La mayoría de los transeúntes que pasan por delante del CA2M, en la Avenida de la Constitución, dicen desconocer qué hay dentro. Carolina, de 25 años sabía que se trataba de arte contemporáneo, pero lamentaba no haber tenido tiempo para visitarlo. Chema, de unos 40, era más crudo: “No sé lo que hay, pero todo lo que venga de la Comunidad de Madrid me huele mal”.

Dentro del CA2M, un espacio público y gratuito, el número de visitantes simultáneos suele igualar al de empleados. Este museo alberga las 1.300 obras de arte contemporáneo que la Comunidad de Madrid ha adquirido a lo largo de las dos últimas décadas en ferias como Arco, amén de exposiciones temporales –actualmente tienen lugar Gustos, colecciones y cintas de vídeo y Bajo techo, cuatro estadios de intimidad-.

Este museo fue inaugurado el pasado 2 de mayo, dentro de los actos de conmemoración de la Guerra de la Independencia contra los franceses. Coincidiendo con estos festejos recibió 10.000 visitas, pero a partir de entonces no se ha mantenido el tirón. La media hasta el mes pasado es inferior a las 4.500 visitas al mes, aún contando con el primer fin de semana de éxito. El Caixa Forum recibió unas 140.000 al mes durante su primer semestre y el Museo Sorolla, que tiene el sambenito de ser uno de los menos visitados de la capital, 8.000 al mes durante 2.007.

Desde la Consejería de Cultura y Turismo se insiste en que todavía es pronto para hacer balances y explican que es necesario cierto “rodaje” para conseguir el objetivo de la Comunidad: “Crear infraestructuras culturales también en los municipios de la periferia y hacer de Móstoles un centro de referencia para el arte contemporáneo”.

“Los dos cines que teníamos cerraron hace años, el Madrid Rock es ahora una tienda de ropa barata y nunca ha habido ninguna librería grande. Si quieren traer gente a Móstoles habría que empezar por el principio”, responde Javier, un joven de 25 años. Otros vecinos opinan que la causa de que el museo haya recibido tan pocas visitas hasta ahora es “la falta de publicidad”.

Desde el centro también se pide tiempo. El CA2M funcionó tres meses sin director y sólo ha empezado a andar con un rumbo firme después del verano.

En septiembre se puso al mando a Ferran Baremblit (Buenos Aires, 1968), que hasta la pasada primavera dirigió el Centre d’Art Santa Mònica de Barcelona. Baremblit ha expresado en varias entrevistas su intención de que el Museo se integre con la ciudad en la que se levanta y se convierta en un polo de atracción. “En Madrid”, dijo para El País en julio, cuando se conoció su designación, “tienen que saber que el centro de arte está en Móstoles. Y fuera también”.


“Un foco de actualidad”

La colección del CA2M incluye obras de Ramón Masats (premio nacional de fotografía), Eduardo Chillida y Antonio Tàpies (escultores) o Bigas Luna (cineasta), entre otros. El edificio, con 5 plantas y dos sótanos que suman 6.000 metros cuadrados, incluye además un auditorio, una terraza, una mediateca, almacenes y una cafetería. El alcalde de Móstoles, Esteban Parro, aseguró en su inauguración que la ciudad se convertiría en “un foco permanente de actualidad para el mundo del arte”.

NOTA DEL REDACTOR: Ahora que he acabado el máster tengo un poco de tiempo para actualizar el blog. También quiero aprovechar para poner en limpio algunas de las historias que he ido haciendo para nuestros periódicos, revistas, radio y web "escolares". Una de las que más me gustan es ésta... porque sucede en Móstoles, que es -de momento- mi ciudad. Y porque me importa la suerte que corra el CA2M (que es todo un experimento sociológico por parte de la Comunidad de Madrid).

Hace un par de meses publiqué una entrada en el blog sobre este museo. En general pienso lo que pensaba entonces, pero hay algunas inexactitudes en ese post que quedan resueltas, espero, en esta noticia.

Y bueno, ahora que tengo tiempo (y nada de dinero) aprovecharé para visitar este museo, que, entre otras muchas virtudes, tiene la de su gratuidad.

El gran problema del CA2M -añado por si alguien se lo está preguntando- es, a mi juicio, su ubicación. Y no sólo porque esté en la periferia, fuera de los circuitos culturales. No. Me refiero a su ubicación dentro del propio Móstoles. Debido a las características urbanísticas y psicogeográficas especiales de la Avenida de la Constitución, nunca un edificio tan grande había pasado tan desapercibido para el transeunte. Aunque este hecho, bien visto, se podría presentar como una instalación artística en sí mismo.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Cultura para el pueblo!

No todas las personas o cosas son compatibles unas con otras. Por ejemplo los archivos .wma no valen para el iPod y es necesario un programa para convertirlos de un formato al otro. Igual pasa con la Reina Sofía, que como venía en formato ortodoxo, hubo que pasarla a católica para que se pudiera casar con el Rey Juan Carlos.

Me temo que el sitio donde yo vivo no es compatible con el arte contemporáneo. Por desgracia.

El pasado 2 de Mayo la Comunidad de Madrid inauguró por todo lo alto el Centro de Arte Dos de Mayo (CA2M) en la Avenida de la Constitución de Móstoles. Hoy me he enterado por el Blog de mi paisana y colega Paloma Ortiz que el flamante museo recibió 18.000 visitas desde su inauguración hasta septiembre.

Teniendo en cuenta que 10.000 de estas visitas se produjeron durante el fin de semana de la inauguración, tenemos una cifra de menos de 3.000 visitas al mes durante los cuatro meses siguientes a la apertura. Una cifra muy modesta comparada con la inversión regional (12’2 millones de euros) y la ambición con la que se ha construido este centro. El CA2M acoge la colección de arte moderno de la Comunidad (1.300 obras), amén de exposiciones temporales, y está dirigido por el prestigioso galerista Ferrán Barenblit, exdirector del Centre d'Art Santa Mònica de Barcelona.

Simplemente para hacernos una idea, el Caixa Forum del Paseo del Prado recibió un millón de visitas en sus siete primeros meses de funcionamiento.

Realmente, no hacen falta estadísticas para ver que el CA2M está vacío. Estuvimos hace un par de meses y había más azafatas que visitantes. Lo que es una auténtica lástima, porque está bastante bien: es una exposición pequeña para lo enorme del edificio pero con fondos de calidad y un buen planteamiento como Museo.

Creo que es ocioso intentar explicar porqué no va más gente a este museo. A ver. ¿Realmente alguien creía que una galería de arte contemporáneo iba a tener éxito en Móstoles?

Lo digo, de verdad, sin ningún ánimo de ofender a nadie, porque, para empezar, yo soy de Móstoles.

La Comunidad de Madrid, dice, en la web del CA2M lo siguiente:

El centro responde a la voluntad de la Comunidad de Madrid de crear infraestructuras culturales, no solamente en la capital, sino también en los municipios de la periferia, especialmente en aquellas poblaciones en las que se concentra la población más joven y está destinado no sólo al público del sur de la región, sino a un sector más amplio local, autonómico, nacional e internacional.

Cosa que está muy bien, por supuesto. Yo soy el primero que creo en la ciudad policéntrica. Pero también creo que Móstoles necesita muchas cosas más antes que este museo para convertirse en un polo de atracción: necesita centros de trabajo, necesita una cultura de base, puntos de reunión

Móstoles a día de hoy no es que no atraiga. Es que ejerce una poderosa fuerza centrífuga sobre determinada gente. Casi todos mis amigos del barrio que han estudiado en la Universidad se han ido. Sigo sin querer ofender: simplemente es que es así.

Un sitio como el CA2M funcionaría seguro en Madrid. Incluso en Alcobendas, Alcalá o Getafe. Pero en Móstoles falta la base. No se puede empezar la casa por el tejado… al menos si es verdad que se quiere que haya un diálogo entre la cultura y la ciudad (como creo que dijo Barenblit).

Por no tener, no tenemos ni cine. Tenemos un museo de arte moderno y un festival de cine y no tenemos una sala comercial de cine... ¿soy el único que creo que algo falla aquí? Quieren imponer cultura de élite en un sitio donde no hay cultura popular.

La casona

En ninguna ciudad de 200.000 habitantes, periférica y de clase obrera, habrá nunca un público masivo para el arte contemporáneo... sobretodo si se han descuidado todas las demás expresiones de cultura más populares. Pero el CA2M no dialoga con Móstoles por otra razón, además: porque nació de espaldas a él.

El edificio donde se ubica es un claro ejemplo de esta bonita parábola de Azagra.



















El Ayuntamiento le dijo a los mostoleños que lo que se iba a hacer era restaurar La Casona, una antigua casa de labor castellana del s. XIX. Un inmueble que tenía un innegable valor histórico y languidecía en el solar donde ahora se levanta el CA2M.

Pero al poco de comenzar las obras mucha gente descubrió con horror que de la Casona no dejaban nada más que la fachada, tras una laboriosa demolición técnica. Y que luego, esa misma fachada era ocultada tras unas planchas de un material traslúcido. (ver foto).

Desilusión: muchos esperaban que el Museo que ahí se construía fuese a albergar trillos y tinajas y un escenario para bailes regionales, -en consonancia con la idea de restauración de la Casona que el Alcalde Esteban Parro aireó cuando ganó sus primeras elecciones hace 5 años-, y se encontraron con... ¡arte contemporáneo!

Por supuesto que sé que aporta mucho más un centro de arte contemporáneo que la antedicha mierda folklórica; pero, coño, no cuesta nada, ya que te has gastado 12’2 millones de euros, explicar un poco de que va la vaina a la gente. Cuando se abrió se gastó abundante papel en pasquines y fin de la historia. Desde entonces no he visto un solo cartel en la ciudad explicando que es lo que se expone en el Museo.

Volviendo al principio, habría que haber aplicado un programa para compatibilizar a la gente de Móstoles con su museo. Y no me vale que el supermuseo CA2M sea gratis. Hay otras muchas barreras que dificultan el acceso a la cultura. Ojalá se gastase en derribarlas la décima parte de lo que se gastó en derribar la Casona.

sábado, 3 de mayo de 2008

Estábamos mejor con los franceses

Ayer fue Dos de Mayo y no un Dos de Mayo cualquiera. Fieles a la tradición de conmemorar el equis aniversario de algo cada mes, nuestros bienamados líderes no podían dejar escapar el 200 aniversario de este evento para apropiarse de él e intentar reescribir la historia.

Manel Fontdevila en Público



He vivido la mayor parte de mi vida en la avenida Dos de Mayo de Móstoles, así que esta festividad me toca cerca. Y hasta hace poco hacía gracia… me parecía muy saludable que se celebrara la rebeldía del pueblo en armas contra los franceses. Pero se acabó. A partir de este momento me declaro afrancesado. No quiero saber nada más ni de Andrés Torrejón, ni de Manuela Malasaña, ni de Daoiz, ni de Velarde.

Estoy seguro de que estos tipos en persona no eran mala gente. Pero la Fundación Dos de Mayo, Nación y Libertad (pseudónimo con que el gobierno de la Comunidad de Madrid firma sus trabajos en el campo del revisionismo histórico) les ha traído desde el mundo de los muertos convertidos en unos monstruos de Frankenstein que me dan tanto miedo como el nombre de la antedicha institución.

Verdadero pavor tengo. Esperanza Aguirre dice “que estos hombres y mujeres que lucharon y murieron [el 2 de mayo de 1808] sabían muy bien que eran españoles y no tenían dudas de los que era España. […] Sabían que España era una nación muy antigua, sabían que España era su patria y sabían que compartían una cultura, unos valores y una creencias con los otros doce millones de los entonces españoles”.

Me da miedo porque la manipulación de la historia y la mentira deliberada aplicada a los momentos fundacionales de la identidad nacional están entre las cosas que más daño pueden hacer a la humanidad. Que le pregunten a los alemanes. El lema de la exposición del Dos de Mayo de la Comunidad de Madrid –“Un pueblo, Una nación”– realmente recuerda a un aforismo alemán de hace 70 años. “Un pueblo, Una nación” es “ein Volk, ein Reich”, en traducción literal. Sólo les falta añadir “ein Fuhrer”.

Pérez Reverte explica muy bien lo que realmente pasó en mayo de 1808 en su artículo publicado en El País “Una intifada de navaja y macetazo” –pese a que luego se haga la foto sonriente con los miembros de la citada fundación y les supervise la exposición–. No fue una rebelión por la nación… ni por ideales elevados. Fue simplemente la rabia de un pueblo hambriento, ignorante y manipulado. Y ese pueblo hubiera hecho bien en descargarla sobre otros antes que sobre los franceses.

Fue la nobleza la que abrió la puerta a los franceses y el rey Fernando VII desde luego no fue el perjudicado de la operación. Y fue otra parte de la nobleza la que, junto con la incipiente burguesía liberal, orquestó la rebelión. La presidenta de la Comunidad de Madrid y Condesa de Montijo haría bien callándose en relación con los héroes del Dos de Mayo, porque mientras el pueblo moría a sangre y fuego en 1808 es harto probable que alguno de sus ancestros estuvieran de vacaciones en Hendaya con el rey felón… o jugando al estratego con vidas humanas desde algún cómodo salón neoclásico.

El final feliz hubiera sido que después de la Guerra de la Independencia no hubiera habido restauración monárquica y que la constitución de 1812 hubiera seguido vigente unas cuantas décadas. Pero el pueblo y los liberales al final olvidaron las tropelías del Borbón y de la nobleza. ¿Por qué? Porque no había ni opinión pública, ni sociedad civil ni identidad colectiva, más allá de los (pocos) burgueses. Vamos ninguna de estas cosas que están unidas a la existencia de una nación moderna y que a Esperanza Aguirre, parece ser, se la peinan.

Ojo, yo no digo que no exista la nacionalidad española… pero desde luego ése no fue su momento fundacional. Y sinceramente yo creo que, ya que la Pepa fue un fracaso, hubiéramos estado mejor con los franceses. Anoche salí por el Barrio de Malasaña con una camiseta en la que ponía 'estábamos mejor con los franceses'. Yo esperaba que me cayera alguna galleta, pero recibí bastantes muestras de simpatía, la verdad. ¡Estábamos mejor con los Franceses! gritaban también los miles de jóvenes y no tan jóvenes que intentaban tener la fiesta del 2 de Mayo en paz en una plaza que lleva el mismo nombre y no podían porque hordas de cientos de policías les acosaban continuamente.

En la plaza del Dos de Mayo había un escenario, pero la única actividad que se programó allá fue lo que un amigo mío llama -de forma políticamente poco correcta- teatrillo para viejas. No dejó el Ayuntamiento que se hiciera la tradicional verbena por cuarto año consecutivo. Aunque los vecinos, a través de la asociación del barrio, ACIBU, y de la asamblea del CSO Patio Maravillas intentaron celebrar sus propias fiestas en su barrio.

Teatrillos para viejas y manipulación histórica. ¡Estábamos mejor con los franceses!