martes, 6 de enero de 2009

Fotos

No quiero ser famoso. Ayer llegamos a la conclusión, hablando Maki, Lulo y yo, de que si alguno de nosotros llegase a ser, pongamos, un periodista famoso, alcalde de Madrid o presidente de las Naciones Unidas, habría un montón de gente en disposición de hacernos chantaje con fotos que no querríamos que vieran la luz por nada del mundo.

Todos tenemos fotos comprometidas unos de otros. Situaciones ridículas potenciadas por el alcohol que han quedado inmortalizadas.

El punto de inflexión en este asunto ha sido, por supuesto, la generalización de la fotografía digital. Antes tenías que pasar por la tienda de revelado, cosa que te prevenía a la hora de tomar instantáneas demasiado ridículas o de contenido sexual explícito.

Me acuerdo que, durante el viaje de fin de curso de 3º de BUP, a un compañero, para putearle, le sacaron una mientras se duchaba. Se metieron en el baño, en silencio, retiraron la cortina de un manotazo y… ¡clic! Yo acompañé al autor de la exclusiva toma a la tienda de revelado y la verdad es que en el pecado llevó la penitencia… porque el tío lo pasó fatal…. Estaba rojo como un tomate y sudaba en el momento que la dependienta le daba el sobre. El caso es que ella no puso ninguna cara rara. Ni una sonrisita ni una mueca de asco. Nada.

Porque los profesionales de las tiendas de revelado eran eso: profesionales y no cabía esperar que se hiciesen copias para sí mismos de las fotografías guarras que eventualmente positivaran.

Justo al contrario de lo que pasa ahora con la fotografía digital. Y con Internet. Una chica decide hacerse una foto ligeramente sugerente y ponerla en su blog y acaba en decenas de webs de contenido erótico de todo el mundo. Hay decenas de casos.

¿Y qué me decís de las venganzas? Chicos y chicas despechados que se dedican a distribuir fotos de sus ex parejas en pelotas…

Ya voy llegando a donde quería llegar: los políticos, líderes de opinión y demás jerifaltes de hoy en día han tenido juventud. Bueno, al menos una gran parte de ellos la deben haber tenido –Pedro Solbes o Mariano Rajoy nacieron ya así–…. Pero casi no hay testimonios gráficos de sus locuras juveniles…. Como mucho alguna foto de amigotes en plan despedida de soltero con una corbata anudada a la frente.

Así pues, ¿Cómo será cuando nuestra generación tome las riendas del poder? Porque una cosa es que aparezca un vídeo de un jugador de fútbol haciéndose una pajilla frente a una webcam, cosa que no le importa a nadie demasiado… y otra cosa es que aparezca un vídeo así del director de tu empresa. Hmmm… bueno. Estoy pensando que eso ya ha pasado. Y con vídeos peores: el de Ron Dennis y el de otro señor que no mencionaré. Y, joder, ninguno de ellos era joven tampoco.

Pero me estoy yendo. No es a esto a lo que iba. Lo que yo digo es que vaticino que unos 20 ó 30 años será normal ver al presidente retratado en el momento de hacer un calvo, al hombre del tiempo de pedo, a la ministra de defensa disfrazada de zombi… al juez de la Aundiencia Nacional en una fiesta toga a lo Desmadre a la Americana.

¿Se acostumbrará la sociedad a eso… o, por contra, sucumbiremos al caos?

3 comentarios:

  1. Pues nada, decirte que tengo tu blog en mi Reader así que a partir de ahora te seguiré la pista que ni Holmes :)

    A ver para cuándo ese té, vale?? Nos pegamos un toque este finde :)

    Bxuss!

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  2. Señor Pride, soy Galindo. Y como futuro líder universal de este sector de la galaxia (o al menode la patria mostoleña) he de decirle que me consta (y te consta) que existen cientos de miles fotos mías en situaciones o compañías lamentables. Pero eso es lo bonito de la futura decadencia de la civilización occidental, el acercamiento a velocidad de colisión de la esfera pública hacia la privada.
    Si al menos sirviera para humanizar la política habrá valido la pena.

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  3. Como me saques en pelotas, haciendo el saludo nazi, enfrente de la sede de la ONU, totalmente ebrio, en el que se ve mi tatuaje de Bin Laden, de aquel día en el que conocimos a aquellas prostitutas portuguesas, que al final resultaron ser portugueses (y eso que cuesta diferenciarlos), que encima coincidía con el día de mi aniversario con mi novia... mira... te corto las pelotas!!

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